Hoy hemos conocido un lugar mágico y desconocido por la mayoría de los santanderinos. El museo del ferrocarril.
Hemos aprendido y disfrutado con sus "amabilísimos" guías Fidel, Manolo, Pablo y Christian. Sin duda vale la pena la visita.
En 14 kilómetros nos encantan este tipo de visitas con gente tan entregada.
¡Muchas gracias!